La mamá de Mariano del Giudice pide justicia en el partido de San Martín

5 de julio de 2011. Adriana (mamá de Mariano
del Giudice, en el centro), Susana Haideé
Marchetti (izquierda) y Viviam Perrone (derecha),
junto al cartel colocado en el lugar de la tragedia,
en el partido bonaerense de San Martín.

Adriana Leal señala a los conductores de los dos camiones entre los que quedó encerrado el joven, que iba en moto a trabajar cuando fue arrollado por uno de los vehículos. Ocurrió el 6 de enero en el kilómetro 148 del Camino del Buen Ayre, frente al barrio de emergencia Villa Hidalgo. Familiares y amigos, acompañados por la Asociación Madres del Dolor, colocaron un cartel con una estrella amarilla y el nombre de la víctima fatal.
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El 5 de julio, Adriana Leal hubiera querido festejar los 26 años de su único hijo.
Pero no pudo.
Porque Mariano del Giudice es una de las aproximadamente 7 mil víctimas fatales que provoca anualmente el tránsito en la Argentina.
Eso sin contar el número inmensamente mayor de personas que quedan con discapacidades de todo tipo, el daño psicológico y moral de las familias afectadas, o las consecuencias materiales de cada tragedia.
Los 26 tirones de orejas, la torta y las velitas fueron cambiados por un cartel con una estrella amarilla y el nombre de Mariano en el kilómetro 148 del Camino del Buen Ayre, frente al barrio de emergencia Villa Hidalgo, en el partido bonaerense de San Martín.
Allí quedó tirado el cuerpo sin vida el 6 de enero de 2011, después de que, apenas pasadas las 7 de la mañana, el joven fuera encerrado por dos camiones y arrollado por uno de los vehículos de carga.
Lo muestran las fotos que tomó un empleado de la cabina de peaje cercana, una evidencia clave para la causa judicial, igual que el testimonio de varios automovilistas que venían más atrás y contemplaron la terrorífica escena en vivo y en directo.
Las partes destrozadas de la moto Yamaha 125 en la que la víctima fatal iba, como cotidianamente, a su trabajo, quedaron desperdigadas por el lugar.
Mariano era encargado en el servicio gastronómico del Santatorio de la Trinidad de San Isidro.
Actualmente, mientras avanzan los peritajes técnicos, ambos camioneros están acusados de homicidio culposo.
Uno de ellos, que iba a bordo de un vehículo de la firma Exologística, está más comprometido porque hizo una maniobra claramente antirreglamentaria, intentando sobrepasar por la izquierda en un lugar en el que la velocidad máxima permitida es de 60 kilómetros por hora, como se lee en una señal que está a pocos metros.
Eso provocó que quedara un camión a la derecha, otro a la izquierda y Mariano en el medio.
"El chofer que intentó sobrepasar por la izquierda excediendo la velocidad tendría un antecedente, en el que la víctima fue una embarazada", dice Susana Haideé Marchetti, abogada de Adriana Leal, mamá de la víctima, que espera que la causa llega a juicio a más tardar en 2012.
"El daño es irreparable, pero esta mamá tiene derecho a la justicia", dice Viviam Perrone, presidente de la Asociación Madres del Dolor, que acompañó a Adriana y los amigos de Mariano del Giudice durante el acto.
En el momento más emotivo, cuando acababa de dejar un ramo de flores en el lugar donde mataron a su hijo, la madre se desmayó y tuvo que ser atendida en una ambulancia prevista especialmente para el homenaje.
Ni los enfermeros, ni quienes la acompañaban, ni los vecinos de Villa Hidalgo que se acercaron, pudieron explicarle por qué los 26 tirones de orejas, la torta y las velitas fueron cambiados por un cartel con una estrella amarilla y el nombre de Mariano en el kilómetro 148 del Camino del Buen Ayre.