La familia de Axel y Leo se siente abandonada, en el partido de San Fernando

9 de julio de 2011. José Luis Reyes (papá de Axel y Leo),
María Elena Leuzzi (AVIVI) y Viviam Perrone, entre
otros, durante el reclamo pacífico en la localidad
de Virreyes, partido bonaerense de San Fernando.

José Luis Reyes, el papá de los adolescentes asesinados con sólo tres semanas de diferencia, denuncia que las autoridades continúan ausentes. Hay tres menores detenidos, acusados de provocar la muerte del segundo de los hermanos y posteriormente balear la casa de las víctimas. Sin embargo, los vecinos pronostican que todo quedará en la nada porque viven en un barrio humilde.
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Axel Nahuel y Leonardo Reyes tenían 18 y 20 años, eran hermanos y fueron asesinados con sólo tres semanas de diferencia en el mismo barrio en el que vivían, en la localidad de Virreyes, partido bonaerense de San Fernando.
El primero fue atropellado el 13 de junio a bordo de su moto, por un vehículo que circulaba a toda velocidad.
Murió pocos días después, el 20 de junio, como consecuencia de las heridas que recibió.
El segundo, Leonardo, perdió la vida el 3 de julio, atacado a trompadas, patadas y pedradas por una patota de la zona, y embestido por un colectivo urbano -el interno 19 de la línea 720- cuando intentaba escapar.
La conmoción de ambas tragedias se multiplica porque la familia de las víctimas se siente abandonada por las autoridades.
"Seguimos esperando una intervención del intendente", dice José Luis Reyes, el padre de los asesinados Axel y Leo.
"Perder un hijo es algo terrible, a ellos les mataron dos", agrega Viviam Perrone, presidente de la Asociación Madres del Dolor, que acompañó al papá de los chicos y las aproximadamente mil personas que marcharon pacíficamente el 9 de julio desde la casa de la familia Reyes hasta la Parroquia Santa Teresita del Niño Jesús, donde el sacerdote local hizo una bendición.
En el reclamo también estuvo María Elena Leuzzi, de la organización AVIVI.

Tres menores detenidos
Desde el 4 de julio hay tres menores detenidos, acusados de provocar la muerte de Leonardo Reyes y posteriormente balear la casa de las víctimas, que permanece custodiada por la Policía Bonaerense.
Sin embargo, los vecinos pronostican que todo quedará en la nada, porque viven en un barrio humilde.
Dos de los detenidos tienen 15 años y el restante 17.
Según la agencia de noticias Télam, fueron localizados durante allanamientos a sus viviendas de los barrios El Pueblito y Mil Viviendas de ese distrito, luego de que fueran involucrados en el hecho por testigos presenciales.
Los arrestos estuvieron a cargo de policías de la seccional segunda de San Fernando y de la Sub Dirección Departamental de Investigaciones local y que fueron ordenados por el fiscal Manuel Angelini.
Los tres jóvenes quedaron detenidos en institutos de menores, a disposición de la Justicia del Fuero Penal Juvenil y acusados del delito de homicidio simple.
Es que, según la pesquisa, Leonardo Reyes murió la madrugada del 3 de julio cuando junto a unos amigos acompañó a unas chicas a la parada de colectivo y allí fue interceptado por una patota, que los agredió aparentemente sin motivo.
Reyes corrió para huir y alcanzó a abordar un colectivo de la línea 720 aunque, según la pesquisa, uno de sus perseguidores lo alcanzó a agarrar de la campera, lo que provocó que cayera del transporte y fuera atropellado.
Siempre de acuerdo a la pesquisa, una vez en el suelo, uno de los agresores le dio una patada en la cabeza, mientras que otro además de patearlo agarró una piedra de grandes dimensiones y lo golpeó también en la cabeza.
Tras el ataque, los agresores escaparon, en tanto que leonardo murió a raíz de las graves heridas sufridas, a metros de la parada del colectivo ubicada en Quintana y Beruti, de San Fernando.
Las fuentes policiales informaron que la lesión más grave sufrida por el joven fue el hundimiento abdominal que le produjo el colectivo cuando lo embistió.