jueves, 19 de agosto de 2010

Una nueva estrella amarilla en las calles porteñas: por Roberta Sol Piñeiro, una abogada de 24 años

Susana (mamá de Roberta), junto a la estrella amarilla,
acompañada por allegados, Isabel Yaconis, Silvia Irigaray,
Ema Cibotti (tapada) y Patricia Pistarini (detrás de la bandera)
Ciudad de buenos Aires.- Varias integrantes de la Asociación acompañaron a Susana Piñeiro, que pintó una estrella amarilla en el lugar en el que murió su única hija, Roberta Sol, una abogada de 24 años que fue arrollada por un colectivo el jueves 12 de agosto. La joven cruzaba la calle Cerrito cuando el ómnibus de la línea 100 giró desde Juncal hacia el sur. En el momento de la tragedia, el vehículo, de patente BHT 696, acumulaba cinco infracciones, entre ellas dos por cruzar en rojo y otra por exceder la velocidad.
La pintada se llevó a cabo el martes 17 de agosto en Cerrito y Juncal, donde la mamá de la nueva víctima fatal del tránsito, estuvo acompañada por amigos y familiares, Viviam Perrone, Silvia Irigaray, Isabel Yaconis (de la Asociación Civil Madres del Dolor), Ema Cibotti (Mujeres en Igualdad), Teresa Mellano, Cristina Guarinos y Patricia Pistarini (también madres de víctimas).

Empeoran las estadísticas
Mientras tanto, empeoran las estadísticas del Gobierno porteño. Así como a fines del año pasado anunciaban que se había reducido a la mitad la cantidad de muertos por accidentes de tránsito, ahora ya suman 21 las víctimas en casos con al menos un colectivo involucrado. En un menos de un mes ya suman cuatro, si se tienen en cuenta el motociclista atropellado el martes 3 y la mujer que cruzaba con sus hijos la esquina de Honduras y Scalabrini Ortiz, y fue arrollada por un colectivo 15, el 20 de julio. El SAME atiende a unos 25 atropellados por día, aunque lógicamente no todos por colectivos. Estas muertes renuevan la polémica sobre la inseguridad vial y los controles a los transportes.
Roberto Fernández, el secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), insistió en su reclamo de vías exclusivas para los colectivos. “No estamos para matar gente, queremos trabajar tranquilos. Necesitamos una calle para dar un servicio público como corresponde. Si somos culpables, que nos condenen, pero de esta manera es imposible trabajar. Hoy la Ciudad parece una selva”, sostuvo el gremialista en declaraciones radiales.
Lo cierto es que los controles a los colectivos siguen siendo insuficientes. De las 4.000.000 de infracciones labradas el año pasado, apenas el 0,5% fueron a colectiveros. Contra esto, el 30% de los accidentes con al menos un muerto son protagonizados por colectivos. Pablo Martínez Carignano, director de Seguridad Vial de la Ciudad, explicó que “en julio retuvimos 50 licencias de choferes, pero sólo dos habían sido emitidas por la Ciudad. Hace dos años que la Provincia de Buenos Aires no pone el scoring. Así no se puede seguir ni un día más. Tenemos que sentarnos con la CNRT, la UTA y todas las partes para tirar en conjunto para adelante”.
La Ciudad no tiene jurisdicción sobre las líneas de colectivos, que dependen del Gobierno nacional. En lo que va del año, el Ente Regulador de Servicios Públicos de la Ciudad informó que controló a 4.268 en las paradas, y detectó 1.374 infracciones cometidas por 933 unidades.

3 comentarios:

  1. Qué indignante el comentario de Roberto Fernández. Si la ciudad parece una selva, en buena medida se debe a los choferes desaprensivos e irrespetuosos de las normas.
    Mis condolencias a la mamá de Roberta.

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  2. Yo curse derecho penal en la facultad de derecho de bs as con Roberta y me llevo un gran recuerdo de ella. Una gran perdida! A no dejar de luchar por la justicia que nos merecemos!
    Martin

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  3. yo tambien curse derecho penal con Roberta, una chica brillante, me entere ayer del accidente, una perdida terrible, abrazo muy fuerte para sus familiares y amigos.

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