El juicio por Manuel Lischinsky empezó con un escandaloso falso testimonio

Ema Cibotti, mamá de Manuel,
con la foto de su hijo.

Una testigo contradijo alevosamente su propia declaración y toda la evidencia. Habría intentado favorecer al automovilista actualmente inhabilitado Nicolás Piano, que se negó a declarar aunque enfrenta las acusaciones de homicidio culposo y lesiones agravadas. El lunes que viene a las 9.30 continuará el debate en el Tribunal Oral Criminal 30, de Paraguay 1536, Ciudad de Buenos Aires.
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"El auto atropelló a una sola persona, que estaba parada en la calle, el vehículo nunca subió a la vereda", dijo inmutable María Eloísa Berisso de Graziani delante los integrantes del Tribunal Oral Criminal 30, que preside la jueza Alejandra Marcela Rodríguez.
La testigo, que vio lo ocurrido a las seis de la mañana del 14 de mayo de 2006 a una distancia de pocos metros, a bordo de su propio coche, agregó interrogada por la fiscal Alejandra Perroud que el auto marca Polo conducido por Nicolás Piano (en ese momento de 22 años) "venía a una velocidad razonable".
Simultaneamente reconoció que Manuel Lischinsky (18), la víctima fatal, "voló" como consecuencia del impacto.
Entonces, el abogado defensor del único imputado intervino para disculparse con Berisso de Graziani porque él no le había avisado (a la testigo directa) que el choque había provocado, además de un muerto, dos heridos.
Inmediatamente, el abogado querellante, Luis Charró, le pidió al tribunal que la mujer -que vio todo desde un lugar privilegiado, detenida en el semáforo mientras regresaba del casamiento de su hija en la Sociedad Rural- sea procesada por falso testimonio.
"Doy por sentado que los jueces no tomarán en cuenta esta colección de incongruencias", dijo Ema Cibotti de Lischinsky, mamá de Manuel.
Interrogada sobre su reacción inmediata del 14 de mayo de 2006, María Eloísa Berisso de Graziani respondió que se quedó "tranquila" y siguió camino, con el marido como acompañante, porque vio que una persona se acercaba a ayudar.
Antes de la sorprendente exposición de la señora, el tribunal había convocado a Nicolás Piano, pero el acusado de homicidio culposo y lesiones agravadas prefirió guardar silencio.
Sí dieron su versión los dos heridos que sobrevivieron: Ignacio Matías Serrano Guillot -fractura en una pierna, contusión en la cabeza y otras lesiones- y Nicolás Gabriel Diéguez -lesiones en varios lugares del cuerpo-, ambos amigos de la víctima fatal.
"¡Che, mirá!", recordó Matías que le gritó Manuel justo antes de que "el auto que venía a unos 100 km/h" subiera a la vereda y los embistiera.
"Me subió al capó", recordó el joven, que rompió de cabeza el parabrisas, quedó sangrando y se salvó de milagro.
Luego habló Juan Andrés Bal, único amigo de la víctima fatal que resultó ileso.
Los tres coincidieron en que acababan de salir del boliche bailable Roxi, del barrio de Palermo, y estaban conversando en la vereda del Monumento de los Españoles, un lugar por el que permanentemente circulan peatones, esperando a que cambiara el semáforo para cruzar caminando la Avenida del Libertador.
Bromenado, tiraron algunas monedas en la fuente, deseándose suerte para un examen.
De repente, sin tener tiempo a nada, fueron embestidos por el vehículo de Piano, que chocó de costado con la fuente del Monumento, rebotó, despidió a los tres chicos que recibieron el impacto, y terminó estacionado en la calle, sobre el cuerpo agonizante de Manuel Lischinsky.
La fuente quedó dañada y el vehículo abollado en el lateral.
Esta descripción general de los hechos fue confirmada este mediodía, delante del tribunal, por cuatro de las seis personas que venían en el auto con el acusado: Gabriel Alejandro Albite, Betiana Trebaiochi, Celeste Mitch y María Eugenia Garbi.
Relataron que Nicolás Piano conducía su vehículo ocupado en total por siete personas, volviendo de otro boliche bailable, Sunset, que queda en Olivos, partido bonaerense de Vicente López.
Que habían tomado cerveza (ninguno recordaba la cantidad: "botellas y latitas, fuera y dentro del boliche") y que después del choque en ningún momento -ni ellos ni Piano- siquiera amagaron a auxiliar a las víctimas, a pesar de que uno de los heridos se acercó recriminándoles "miren los que nos hicieron".
Fue un empleado del Zoológico lindante quien corrió hasta el lugar y llamó a una ambulancia, que poco después trasladó a los tres atropellados.
Quienes viajaban en el vehículo del imputado también estuvieron de acuerdo en que el auto Polo "subió y bajó del cordón" de la plazoleta donde se encuentra el Monumento.
Además, recordaron que al menos uno de los atropellados dio de cabeza contra el parabrisas, y que a quienes estaban en el interior del auto les cayeron encima restos del vidrio destruido.
Tal fue el impacto que recibió Manuel Lischinky, que murió al día siguiente en el Hospital Álvarez, con fractura de cráneo, edema cerebral y fracturas múltiples en el resto del cuerpo.
A Nicolás Piano le sacaron el registro de conducir hace dos años, pero está libre.
El juicio se reanudará al lunes que viene a las 9.30 en la misma sede judicial de Paraguay 1536, Ciudad de Buenos Aires, con la declaración de peritos.
Ese mismo día o el martes comenzarán los alegatos.
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FUENTE: Agencia Telam
FECHA: 18 de mayo de 2011
SECCIÓN: Sociedad
TÍTULO: Acusado de atropellar a joven en vereda se niega a declarar
DESARROLLO: El imputado por la muerte del estudiante universitario Manuel Lischinsky, ocurrida en 2006 tras ser atropellado por un auto cuando se encontraba en el barrio de Palermo, se negó hoy a declarar, aunque varios testigos confirmaron que arrolló a la víctima cuando estaba en la vereda del Monumento a los Españoles.
En la primera audiencia del juicio que se inició hoy en el Tribunal Oral en lo Criminal 30, Nicolás Piano (25) se negó a ser interrogado por el hecho, en el que está imputado por la fiscal Alejandra Perroud de "homicidio y lesiones culposos".
Luego, comenzó la ronda de testigos y los primeros en declarar fueron dos amigos de Manuel que el 14 de mayo de 2006 regresaban de bailar con él del boliche Roxy de Palermo y recibieron heridas de distinta gravedad, ya que también fueron embestidos por el auto.
Matías Serrano Gillot y Nicolás Diéguez contaron que los tres estaban parados junto a la fuente del Monumento a los Españoles tirando monedas para que les diera suerte en un examen próximo.
"¡Che, mirá!", recordó Matías que le gritó Manuel e instantes después un auto que venía a gran velocidad subió a la vereda y los embistió.
"Me subió al capó", recordó el joven y dijo que cuando Piano y otros siete jóvenes que iban en su auto bajaron, les gritó: ¿Qué me hicieron? En tanto, su amigo Nicolás dijo que vio una luz sobre su pierna y que luego voló "por el aire".
Tras el accidente, Manuel quedó debajo del auto en estado agonizante y un empleado del zoológico se acercó al lugar y llamó a una ambulancia que poco después trasladó a las víctimas al Hospital Fernández.
Mientras sus amigos se recuperaron, Manuel murió debido a las múltiples fracturas sufridas, que le provocaron un edema cerebral.
Durante la audiencia, luego declararon cuatro de los amigos de Piano que iban en el auto y esa madrugada regresaban de otro boliche bailable, Sunset, de la localidad bonaerense de Olivos.
Todos dijeron que el auto VW Polo "subió y bajó del cordón" donde se encuentra el monumento, no pudieron precisar a qué velocidad iba el vehículo y que no vieron nada más porque venían durmiendo o mirando por la ventanilla para otro lado.
Además, admitieron que no se acercaron a ayudar a las víctimas.
Por último, declaró una mujer que ese día regresaba en su auto del casamiento de su hija en la Sociedad Rural y contradijo a todos los otros testigos al afirmar que "el auto atropelló a una sola persona, que estaba parada en la calle, y los otros dos salieron corriendo".
"El vehículo nunca subió a la vereda", dijo la testigo, tras lo cual el abogado de la querella, Luis Charró, pidió que se la impute por "falso testimonio".
La madre de la víctima, Ema Cibotti, dijo a Télam que "escuchar ese testimonio insólito fue terrible porque fue muy frívolo e incluso esta mujer dijo que no se bajó de su auto porque estaba vestida de madrina".
El juicio continuará el lunes a las 9.30 con la declaración de peritos y el mismo día o el martes comenzarán los alegatos.
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Ema Cibotti, mamá de Manuel Lischinsky
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