La ONU estableció el tercer domingo de noviembre como el Día Mundial en Memoria de las Víctimas de Tránsito, con el objetivo de movilizar a la sociedad en la lucha por un tránsito más seguro. En Argentina mueren 20 personas por día como consecuencia de siniestros viales.
El 2 de noviembre 6 niñas, una profesora y la vicedirectora de un colegio de San Luis murieron cuando el micro en el que viajaban fue embestido por un tren. Se presume que el conductor llevaba puestos auriculares por lo que no habría escuchado el ruido de la formación, aunque su abogado negó esta acusación.
Menos de 48 horas después, nueve personas murieron en un hecho de tránsito en la ruta 7. La combi en la que viajaban los integrantes de un equipo de fútbol de Banderalo fue aplastada por el remolque de un camión. Aparte de los niños, murieron dos mujeres que viajaban como acompañantes y el chofer.
Desde Madres del Dolor, piden a las autoridades controles efectivos y eficientes, así como la correcta aplicación de las leyes; a los conductores, respeto por la vida. La presidenta de la Asociación, Viviam Perrone, cuyo hijo falleció tras ser atropellado y abandonado, aseguró que quienes perdieron a “un ser querido en un hecho de tránsito” saben que, aún falta mejorar los controles y las condiciones de las rutas y que el sistema judicial es ineficiente una vez que ocurre la tragedia.
El asesino de su hijo, Eduardo Sukiassian, fue sentenciado a tres años de prisión efectiva, pero sólo cumplió con dos meses de la pena y luego le concedieron una morigeración. Este beneficio fue rechazado en todas las instancias, Sukiassian apeló 7 veces y siempre se resolvió que debía terminar de cumplir su pena. Sin embargo, sigue libre.
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