Kevin Sedano, 1987-2002 |
kevinsedano@yahoo.com.ar
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Es difícil contar cómo fue la muerte de mi hijo. Es difícil porque preferiría hablar sobre cómo se reía, cómo se divertía, cómo vivía. Pero desde ese 1º de mayo del año 2002 Kevin ya no se rió más y por eso comencé a luchar para que otros jóvenes puedan vivir la vida que no le permitieron a él.
Recuerdo que ese día Kevin estaba feliz. Había tocado la batería en el colegio, porque iba a formar parte de un acto del jardín de infantes al que iba su hermana menor, y además lo habían elegido para jugar un partido de fútbol de alumnos contra profesores. Con sus 14 años, quería vivir todo lo que le gustaba: la música, el deporte, estar con sus amigos del colegio y del club, y con su familia.
Después del partido de fútbol vinieron los docentes y los amigos a cenar a casa con nosotros. Recuerdo que mi marido me dijo que lo había visto muy feliz y a la vez un poco tímido porque, claro, estaba con sus profesores en casa. Después salieron en grupo, con todas las recomendaciones. Iban a bailar a la matiné y a la salida, para volver, se iban a tomar un remís. Nosotros, los padres de Kevin, pensamos que nada le podía pasar, porque como de costumbre tenía que obedecer horarios. Pero no fue así.
Sobre la Avenida del Libertador (el hecho ocurrió en el partido bonaerense de Vicente López, a minutos en coche de nuestra casa) había un grupo de jóvenes desconocidos, asique por precaución Kevin y sus amigos decidieron cruzar por otro lado, en la intersección con la calle Sturiza. Fue allí donde un auto que venía excedido de velocidad y que pasaba a otro vehículo por la derecha, atropelló a mi hijo, le provocó heridas gravísimas, lo dejó tirado y se dio a la fuga. El conductor era Eduardo Sukiassian y sus acompañantes Guillermo Von Gerstenberg y Pablo Bereskyj. Kevin quedó tendido sobre la avenida. Sólo permanecieron a su lado dos amigos y tres personas que se detuvieron y con los que estamos eternamente agradecidos. Kevin agonizó una semana y falleció el 8 de mayo. El día 27 siguiente hubiera cumplido 15 años. Mientras tanto, esa misma semana, nos enteramos de que el asesino -Sukiassian- estaba esquiando en Estados Unidos.
Después comenzó el vacío, el dolor, la confusión. Y la desidia. La fiscal Fabiana Cotello no sólo NO investigó, sino que además se le ‘perdieron’ algunas pruebas. El abogado José Trupia mintió para 'cajonear' la causa penal y así poder cobrar dinero de la parte civil. Eso no es nada. Después de cinco años (leyeron bien, CINCO AÑOS) se llegó a juicio. Los magistrados del Tribunal Oral Nº 7 de San Isidro, Maria Coelho, Monica Tisato y Federico Ecke condenaron al homicida a tres años de prisión efectiva. Ese día mismo quedó detenido, pero las magistradas Coelho y Tisato lo dejaron volver a su casa sólo dos meses después.
Se cumplen nueve años sin Kevin. En los que también conocimos a gente maravillosa: otros familiares de víctimas, periodistas, abogados, jueces, fiscales, funcionarios...
Aunque muchos de ellos no tuvieron contacto con mi hijo, también luchan para que se haga Justicia.
A cada uno, Kevin y su familia les damos las GRACIAS. Con la fuerza que nos transmiten, vamos a seguir luchando para cambiar esta realidad, la vergonzosa impunidad que existe en nuestro país."
Conmovedor lo que cuentan. Espero que llegue la justicia para el!...Hace poco perdi a un amigo por la inseguridad y la violencia qe se vive en este pais y enttiendo el dolor y la impotencia que se siente. Dia a dia veo a su mama luchando para poder seguir pero es un dolor irremediable. Hay qe tener fe y seguir. Todo llega...y a los culpables les llegara su merecido.
ResponderEliminarSaludos y mucha fuerza!
Da asco Vivian, asco y pena ver la cuidad convertida en un basural, y cuidandote como loco de que no te maten al cruzar una calle.
ResponderEliminarun fuerte abrazo.
Ricardo (Tio de Manuel Lischinsky)