miércoles, 5 de enero de 2011

Piden penas más duras para los que provocan hechos de tránsito

26 de noviembre de 2010. Viviam Perrone, la diputada
nacional Gabriela Michetti, Isabel Yaconis y Elsa Gómez.
Les presentamos dos notas periodísticas recientes sobre el problema del tránsito, que es la principal causa de muertes violentas en la Argentina y posiblemente en el mundo. El cálculo de 8 mil argentinos muertos por año en las calles y rutas se completa con alrededor de 120 mil heridos y discapacitados; ni hablar de las consecuencias emocionales, psicológicas y materiales de cada tragedia. El primer artículo habla sobre el proyecto de ley de la diputada nacional Gabriela Michetti (Pro) y su par Ernesto Martínez (Frente Cívico de Córdoba), para modificar los artículos 84 y 94 del Código Penal, para que se considere delito “matar o lesionar a otro conduciendo bajo los efectos de las drogas, con más alcohol en sangre de lo permitido o en exceso de velocidad”. El proyecto tiene el apoyo de las Madres del Dolor, que recibieron a la diputada Michetti el 26 de noviembre (foto). El segundo artículo es un indicio más de la gravedad del tema que debe debatir el Congreso Nacional.
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FUENTE: Clarín.com
FECHA: 3 de enero de 2011
TÍTULO: Piden penas más duras para los que provocan accidentes
DESARROLLO: Para muchos, una persona que maneja drogado, alcoholizado o incluso corriendo picadas no es un “imprudente “sino un “potencial asesino”. En esa línea, la diputada nacional Gabriela Michetti (Pro) y su par Ernesto Martínez (Frente Cívico de Córdoba), con el apoyo de Madres del Dolor y otras entidades de familiares de víctimas, acaban de presentar un proyecto de ley que apunta a modificar los artículos 84 y 94 del Código Penal para que se considere delito “matar o lesionar a otro conduciendo bajo los efectos de las drogas, con más alcohol en sangre de lo permitido o en exceso de velocidad”.
La norma prevé penas efectivas de prisión de seis meses a cinco años e inhabilitación especial para quien, por imprudencia, negligencia o impericia causara la muerte a otra persona, y eleva el mínimo de la pena a dos años si fueran más de una las víctimas fatales, y de 5 a 15 los años de prisión para quien “cometa el hecho bajo los efectos de estupefacientes, con un nivel de alcohol en sangre superior al límite tolerado o conduciendo en exceso de velocidad de más de 50 kilómetros por encima de la velocidad máxima”.
El proyecto también prevé “la prisión de un mes a 3 años o multa de mil a $ 15 mil el que por imprudencia, negligencia, o impericia causara a otro un daño en el cuerpo o en la salud”, según detalla. “Con este proyecto queremos darle una herramienta a los jueces para que puedan condenar efectivamente a quienes matan a otros en esas circunstancias, algo que hoy casi no sucede porque en casi todos los casos se califica como homicidio culposo”, explicó Michetti.
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FUENTE: Clarín.com
FECHA: 3 de enero de 2011
AUTOR: Romina Smith
TÍTULO: Crecen los casos positivos por drogas en conductores
BAJADA: Marihuana y cocaína, las sustancias más detectadas Por cada positivo de alcoholemia, ya hay cinco de drogas. El 99% de los infractores son hombres y, en promedio tienen 30 años. Los controles se realizan los fines de semana en zonas donde hay boliches.
DESARROLLO: Pese a los controles y a las campañas preventivas que se vienen haciendo en la Ciudad, la cantidad de conductores que dan positivo el control de drogas sigue creciendo . En septiembre, los casos positivos cuadruplicaban a los de alcohol. Pero ahora, cuatro meses después, los quintuplican . Los controles se realizan todos los fines de semana en distintos puntos de la Ciudad, sobre todo en las zonas cercanas a los boliches. Y revelan que la edad promedio de los contraventores es de 30 años.
Los datos fueron aportados por el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño y corresponden a los primeros 100 días de exámenes callejeros en la Ciudad. Entre el 15 de julio y 1° de diciembre se controlaron a 711 automovilistas, que debieron cumplir el análisis de los dos pasos: el primero, preliminar, con el pupilómetro, un aparato que analiza y mide la reacción de las pupilas ante estímulos luminosos. En los casos que la prueba dio positivo (detecta fatiga o consumo de drogas), se continuó con el segundo paso: un test de saliva que se hace con una tira reactiva descartable que da resultados después de 5 a 7 minutos. A esas mismas personas, además, se le hicieron el test de alcoholemia.
Las estadísticas de la Ciudad indicaron que, del total de testeados, 129 conductores fallaron el primer control, pero que otros 20 casos dieron positivo. Otras 10 personas se negaron a someterse al test, “por lo que se asimilan a positivo, según lo determinado por el Código de Tránsito”, según indicaron desde el área de Seguridad Vial. “Según estos datos, 30 positivos sobre 711 controles implica una tasa del 4.21% . En cambio, los casos positivos de alcoholemia que se hicieron entre enero y septiembre últimos fueron 1.321 sobre un total de 180.056 controles, lo que implica un porcentaje del 0.73%”, agregaron.
Según los resultados de las pericias, los controles que se efectuaron por los agentes de tránsito detectaron distintas sustancias: a la cabeza está la marihuana, seguida por la cocaína y más atrás las metanfetaminas (éxtasis) y opiáceos (heroína). Del total, 19 casos correspondieron a varones y sólo uno a una mujer. En cuanto al origen, siete casos correspondieron a licencias de la Ciudad, doce a la Provincia y una a Tierra del Fuego. Estas nuevas estadísticas superan, incluso, a las proporciones que se registran en otros países donde se realizan este tipo de controles. En Australia, por ejemplo, el país que los funcionarios porteños tomaron como modelo, el porcentaje de casos positivos alcanzaba 2,5% en 2009, contra el 4,21% actual en Buenos Aires.
Impulsados por el director de Seguridad Vial, Pablo Martínez Carignano, Buenos Aires se convirtió en la primera ciudad de Latinoamérica en aplicar este tipo de controles. En rigor, los operativos empezaron a realizarse en la Ciudad el 15 de julio y debutaron con una fuerte polémica, porque algunos sectores cuestionaban que el análisis no sólo buscaba la presencia de drogas ilícitas, sino también de las lícitas, como las benzodiacepinas, que están incluidas en muchos de los tranquilizantes y ansiolíticos de amplio consumo en el país, y que son aquellos conocidos comercialmente como Alplax, Valium y Rivotril.
En ese entonces, el Gobierno porteño respondió que el reactivo sólo iba a detectar niveles de intoxicación y que el control no daría positivo en caso de aquellas personas que tomen un tranquilizantes por razones médicas. Y ayer, el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, remarcó que estos operativos “no buscan detectar el consumo de drogas como fin en sí mismo, sino que apuntan a que las personas que las hayan consumido no manejen vehículos poniendo en riesgo su vida y la de las demás”.
Montenegro también destacó que en estos cien días de control “el 98 % de las drogas que se detectaron fueron ilegales”. Y recordó que los controles forman parte de un plan diseñado y aplicado después de analizar una serie de estadísticas del Ministerio de Salud porteño y de la Policía Federal que evidenciaban el aumento de accidentes “producidos por personas que consumen drogas”.
“No lo vemos desde la lógica penal. Hay que volver a cambiar la cultura, apuntamos a que el amigo que está cerca de una persona que no está en condiciones de manejar se lo haga ver. Básicamente es un cambio de cultura de manejo . Generar conciencia sobre la importancia de cuidarse, como se hizo con alcoholemia”, explicó Montenegro. Un dato relevante es que de 300 conductores consultados, el 70% respondió que conocía los controles, y el 60% dijo saber en qué consisten los test. Y un último dato alentador: el 90% consideró que estas medidas mejorarán la seguridad en la Ciudad.

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